El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció el despliegue de 4.5 millones de milicianos en todo el territorio nacional, citando amenazas por parte de Estados Unidos. Esta acción se produce en un contexto de creciente tensión entre ambos países, marcado por sanciones económicas y acusaciones de narcotráfico contra el gobierno venezolano, así como el aumento de la recompensa por la captura de Maduro.
¿Respuesta a la presión de EEUU?
El anuncio de Maduro se da poco después de que Estados Unidos incrementara la recompensa por información que conduzca a su arresto y desplegara fuerzas navales en el Caribe para combatir el narcotráfico. Aunque Maduro no hizo referencia directa a estos hechos, agradeció el apoyo recibido ante lo que calificó como un "refrito podrido" de amenazas.
Milicias: ¿Fuerza de defensa o herramienta de control?
Maduro ha instruido a sus seguidores a fortalecer las milicias campesinas y obreras en todas las fábricas, argumentando que esto forma parte de un "plan de paz". Sin embargo, críticos señalan que el despliegue de estas fuerzas podría ser interpretado como una medida para consolidar el poder y reprimir la disidencia interna, en lugar de una genuina estrategia de defensa nacional.
- El despliegue coincide con el aumento de la presión internacional sobre el gobierno de Maduro.
- Estados Unidos ha desplegado miles de agentes y reforzado su presencia militar en la región.
- La fiscal general estadounidense ha destacado la confiscación de millones de dólares en bienes vinculados a Maduro.
La situación en Venezuela sigue siendo compleja y volátil, con implicaciones regionales e internacionales. El despliegue de milicianos, en este contexto, añade un nuevo elemento de incertidumbre sobre el futuro del país.