La interna en La Libertad Avanza (LLA) se recalienta con la conformación de un nuevo bloque disidente integrado por diputados como Lourdes Arrieta, Marcela Pagano y Gerardo González, liderados por Darío D’Alessandro. Este quiebre surge en medio de acusaciones de corrupción que salpican al gobierno de Javier Milei.
El "Audiogate" y la figura de Lule Menem
El foco de la controversia reside en los audios filtrados atribuidos a Diego Spagnuolo, ex director de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). En estos audios, Spagnuolo supuestamente detalla una red de coimas que involucraría a droguerías y a figuras clave del gobierno como Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem.
D’Alessandro, quien rompió con los libertarios, ha sido un crítico vocal, advirtiendo sobre la influencia de Lule Menem en diversas áreas del gobierno, desde el PAMI hasta Vialidad y Radio Nacional. Según D'Alessandro, ninguna decisión se toma sin la aprobación de Menem, quien a su vez es estrecho colaborador de Karina Milei.
La respuesta dentro de LLA y las consecuencias
Según fuentes legislativas dentro de LLA, los audios de Spagnuolo serían auténticos. Varios diputados afirman haber escuchado al propio Spagnuolo quejarse de la red de corrupción. Esta situación ha generado un profundo malestar dentro del partido, especialmente entre aquellos que se unieron a LLA con la promesa de combatir la corrupción.
D’Alessandro ha calificado la situación como la reaparición de prácticas corruptas de los años 90, donde la falta de experiencia política de Karina Milei la habría llevado a confiar en figuras cuestionables. La conformación del bloque disidente liderado por D'Alessandro y con figuras como Lourdes Arrieta, es una clara señal del creciente descontento dentro de LLA y las posibles consecuencias políticas que podrían derivarse de las acusaciones de corrupción.