Desde la flexibilización del cepo cambiario en abril, los argentinos han demostrado un apetito voraz por el dólar. A pesar de las tensiones económicas y las medidas del gobierno para contener la inflación, la compra de billetes verdes no para de crecer. ¿Qué está impulsando esta fiebre por el dólar y cuáles son las consecuencias para la economía nacional?
Atesoramiento récord: ¿Reflejo de la incertidumbre?
Según datos del Banco Central, el atesoramiento de dólares por parte de personas y empresas no financieras ya superó los 14.200 millones de dólares en lo que va del año, alcanzando el nivel más alto en seis años. Desde la apertura del cepo cambiario, los argentinos compraron USD 10.134 millones en el mercado minorista, aprovechando la posibilidad de ahorrar en dólares de manera legal.
Este incremento en la demanda de dólares se ha mantenido constante desde abril, con un pico en julio, coincidiendo con la volatilidad en el mercado financiero y una suba del 14% en la cotización del dólar minorista. En julio, 1.3 millones de personas compraron dólares, mientras que solo 576.000 vendieron.
Turismo y compras al exterior: la fuga de divisas
Otro factor que contribuye a la salida de divisas es el aumento en los pagos por turismo y compras al exterior. En julio, los argentinos destinaron 1192 millones de dólares a gastos en el extranjero, un 41% más que en el mismo mes de 2024. Este aumento se debe tanto a las vacaciones de invierno como a la subida del dólar.
Los gastos con tarjeta en el extranjero sumaron 1063 millones de dólares, incluyendo servicios digitales y compras de bienes en plataformas de comercio electrónico como Shein y Temu. Sin embargo, el Banco Central destaca que el 70% de estos gastos se financian con dólares propios de los clientes, lo que indica que la dolarización es una válvula de escape frente a la incertidumbre económica.
¿Qué esperar?
La tendencia al atesoramiento en dólares y al gasto en el exterior plantea desafíos para el gobierno, que busca estabilizar la economía y controlar la inflación. Si bien la flexibilización del cepo cambiario ha permitido a los argentinos acceder al dólar de manera legal, también ha generado una mayor presión sobre las reservas del Banco Central. Será clave observar cómo evoluciona esta situación en los próximos meses y qué medidas tomará el gobierno para hacer frente a la fuga de divisas.
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