La nueva miniserie de Netflix, 'Las Maldiciones', ambientada en los impresionantes paisajes de Jujuy, ha generado debate sobre su representación de la corrupción política en Argentina. La adaptación de la novela de Claudia Piñeiro, dirigida por Daniel Burman, toma riesgos estéticos y narrativos al yuxtaponer géneros como el thriller político, el suspenso, el drama familiar y el policial de acción.
Un relato conocido, ¿con ecos de la realidad?
Si bien la historia de 'Las Maldiciones' no se destaca por su originalidad, su enfoque en la corrupción del poder político, económico y judicial resuena con la realidad argentina. La trama, centrada en un gobernador reelecto y sus turbios vínculos, plantea interrogantes sobre la impunidad y los entramados de poder en las provincias argentinas.
¿Jujuy como reflejo de la corrupción?
La elección de Jujuy como escenario principal añade una capa de significado a la serie. Los imponentes paisajes contrastan con la oscura trama de corrupción, creando una atmósfera inquietante y reflexiva. La participación de técnicos y artistas jujeños en la producción también destaca el potencial de la provincia como locación para producciones audiovisuales.
La serie plantea preguntas sobre la responsabilidad del poder y la lucha contra la corrupción. Leonardo Sbaraglia, Monna Antonópulos y el resto del elenco ofrecen interpretaciones convincentes que sumergen al espectador en un mundo de intrigas y secretos. ¿Logrará 'Las Maldiciones' generar conciencia sobre la corrupción política en Argentina?
- La serie fue filmada en Jujuy, con participación de artistas locales.
- La historia aborda la corrupción política, económica y judicial.
- La miniserie combina géneros como thriller, suspenso y drama familiar.