Salta se convirtió nuevamente en el epicentro de la fe con la multitudinaria celebración del Señor y la Virgen del Milagro. Cientos de miles de personas se congregaron en la catedral de Salta, reafirmando esta festividad como una de las expresiones religiosas más importantes de Argentina.
Desde el siglo XVII, esta tradición conmemora la protección divina tras los terremotos que azotaron la región. Los peregrinos, provenientes de diversos puntos de la provincia, del país e incluso de países vecinos como Perú, recorrieron largas distancias durante semanas, cumpliendo así su promesa de fe.
Un Pacto que Interpela a la Política
En un contexto nacional marcado por la incertidumbre económica y las tensiones políticas, la movilización religiosa cobró un significado aún mayor. El arzobispo Mario Cargnello hizo un llamado a la reflexión, instando a dejar de lado los insultos y a buscar la unidad en la diversidad.
El Monumento 20 de Febrero fue el escenario de la renovación del pacto de fidelidad, un acto central que reúne a familias enteras y que se convierte en una oportunidad para el comercio y la expresión popular. La festividad del Milagro es, sin duda, una combinación de rito solemne y fiesta popular.
El Ejemplo de los Peregrinos
El gobernador Gustavo Sáenz se sumó a la caminata de los fieles, destacando el ejemplo de los peregrinos como una fuente de inspiración para superar los desafíos y construir un futuro mejor. "El ejemplo de los peregrinos nos da fuerzas para salir adelante y cambiar las cosas", afirmó Sáenz.
- Fe y devoción en el corazón de Salta.
- Una tradición centenaria que une a miles de personas.
- Un llamado a la unidad y la esperanza en tiempos difíciles.
La celebración del Señor y la Virgen del Milagro es mucho más que una festividad religiosa; es un símbolo de identidad, de perseverancia y de fe que trasciende fronteras y generaciones.