Cristina Kirchner volvió a encender el debate político al denunciar públicamente lo que considera una escalada de presiones judiciales destinadas a proscribirla y encarcelarla. En un acto reciente en Corrientes, la expresidenta no dudó en señalar directamente a la Corte Suprema como un actor clave en esta supuesta maniobra, vinculando su reciente candidatura a diputada por la provincia de Buenos Aires con un aceleramiento de los procesos judiciales en su contra.
¿Una persecución judicial con fines políticos?
Según Kirchner, el anuncio de su candidatura desencadenó una serie de reacciones adversas, incluyendo pedidos explícitos de su detención. “Me gatillaron en la cara porque me quieren presa o muerta”, declaró, recordando el atentado que sufrió en 2022. La expresidenta argumenta que estas presiones no son más que una estrategia para evitar que compita electoralmente y, en última instancia, para silenciar su voz en el panorama político argentino.
La referencia al caso Lula en Brasil no es casual. El paralelismo entre la situación de Kirchner y la del expresidente brasileño, quien fue encarcelado y luego liberado, sugiere una estrategia de victimización y una búsqueda de apoyo popular frente a lo que considera una persecución judicial injusta.
La Corte Suprema en el centro de la polémica
Las críticas de Kirchner a la Corte Suprema son contundentes. La acusa de actuar con celeridad en los casos que la involucran, rechazando recusaciones y dando señales de un posible fallo adverso en la causa Vialidad. La expresidenta considera que estas acciones forman parte de una estrategia coordinada para sacarla de la escena política.
- ¿Es legítima la preocupación de Cristina Kirchner por una posible proscripción?
- ¿Está la Corte Suprema actuando bajo presiones políticas?
- ¿Cómo impactará esta situación en el panorama electoral de 2025?
El futuro político de Cristina Kirchner y el rumbo de la justicia argentina se encuentran, una vez más, en el centro de la controversia. La ciudadanía observa con atención el desarrollo de los acontecimientos, consciente de que las decisiones que se tomen en los próximos meses tendrán un impacto significativo en el futuro del país.