En un movimiento sorpresivo, el gobierno de Javier Milei anunció la eliminación de las retenciones a todos los granos hasta el 31 de octubre. La medida, comunicada por el vocero presidencial Manuel Adorni a través de la red social X, busca, según el gobierno, “generar mayor oferta de dólares” en un contexto de creciente inestabilidad económica. La decisión ha generado reacciones encontradas en el sector agropecuario y en la oposición.
¿Una medida desesperada?
El anuncio se produce en un momento crítico para la economía argentina, con una fuerte presión sobre el tipo de cambio y una caída en las reservas del Banco Central. La eliminación de las retenciones se presenta como un intento de incentivar a los productores a liquidar sus cosechas y así aumentar la oferta de divisas. Sin embargo, críticos señalan que esta medida podría tener un impacto negativo en las cuentas públicas, al reducir los ingresos fiscales provenientes del sector agropecuario.
Reacciones del sector
Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), expresó su sorpresa ante la medida, afirmando haberse enterado del anuncio a través de los medios de comunicación. Si bien reconoció que la eliminación de las retenciones podría ser beneficiosa para los productores, también advirtió sobre la necesidad de analizar el impacto real de la medida y la forma en que se compensará la pérdida de ingresos fiscales.
Por su parte, la industria cerealera, a través de CIARA-CEC, manifestó su apoyo a la medida, aunque solicitó mayor información sobre los detalles operativos y la implementación. La incertidumbre sobre cómo se financiará esta rebaja impositiva genera dudas sobre la sostenibilidad de la medida a largo plazo.
¿Un guiño al campo?
Algunos analistas interpretan la eliminación de las retenciones como un intento del gobierno de Milei de acercarse al sector agropecuario, un sector históricamente crítico de las políticas intervencionistas. Sin embargo, la medida también podría ser vista como una señal de debilidad y de la urgencia del gobierno por conseguir dólares para estabilizar la economía.
La implementación de esta medida ocurre simultáneamente al escándalo de corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), donde se han revelado audios que involucran a Diego Spagnuolo y a la hermana del presidente, Karina Milei. Estas acusaciones de corrupción, sumadas a la eliminación de las retenciones, podrían generar aún más desconfianza en la gestión del gobierno actual.
En definitiva, la eliminación de las retenciones al grano es una medida arriesgada que busca paliar la crisis económica a corto plazo. Su éxito dependerá de la respuesta del sector agropecuario y de la capacidad del gobierno para compensar la pérdida de ingresos fiscales. El tiempo dirá si esta apuesta resulta ser una solución efectiva o un parche más en la compleja realidad económica argentina.