¿Dónde están las promesas del fútbol mundial?
El próximo Mundial Sub-20 en Chile ha generado interrogantes sobre la ausencia de figuras clave como Lamine Yamal, Désiré Doué y Franco Mastantuono. ¿Por qué estos talentos, que ya deslumbran en la élite, no participarán en el torneo juvenil?
La respuesta radica en la reglamentación de la FIFA, que establece que los clubes tienen la potestad de ceder o no a sus jugadores para este tipo de competiciones. Además, la edad es un factor determinante: solo pueden participar aquellos nacidos a partir de 2005. Esto deja fuera a jugadores nacidos en 2004, como João Neves, a pesar de su valor de mercado y potencial.
Lamine Yamal: Un caso aparte
Lamine Yamal, valorado en 200 millones de euros, es un claro ejemplo de un talento que ha superado las categorías juveniles. Con apenas 18 años, ya es un referente en la selección española y el FC Barcelona, acumulando experiencia y logros a nivel profesional. Su meteórico ascenso lo ha alejado del proceso Sub-20.
Reglas claras, pero...
Si bien las reglas son claras, la ausencia de estas figuras impacta en el atractivo del Mundial Sub-20. Pedro, con un valor de 12 millones de euros, se posiciona como el jugador más valioso del torneo, una cifra considerablemente inferior a los 200 millones de Yamal. Esto demuestra la brecha entre los jugadores que participan en el Mundial y aquellos que ya se han consolidado en la élite del fútbol.
¿Un torneo de transición o una vidriera de futuros cracks?
El Mundial Sub-20 sigue siendo una plataforma importante para descubrir nuevos talentos, pero la ausencia de las grandes promesas plantea interrogantes sobre su relevancia en el panorama futbolístico actual. ¿Deberían replantearse las reglas para permitir la participación de jugadores que, a pesar de su edad, ya son figuras consagradas?
La respuesta a esta pregunta definirá el futuro del torneo y su capacidad para seguir siendo un semillero de estrellas mundiales.