El misterio que rodea la desaparición de la familia Gill-Gallego en Entre Ríos, ocurrida el 13 de enero de 2002, podría tener un giro inesperado. Tras más de dos décadas de incertidumbre, la querella ha solicitado a la NASA imágenes satelitales de la época con la esperanza de encontrar nuevas pistas.
Rubén José Gill, su esposa Norma Margarita Gallego, y sus cuatro hijos, cuyas edades oscilaban entre los 3 y los 12 años, fueron vistos por última vez en un velorio en Viale. Desde entonces, su paradero es desconocido. La familia residía en la estancia "La Candelaria", un campo de 600 hectáreas en Crucecitas Séptima.
El abogado Marcos Rodríguez Allende, representante de la familia, explicó que la solicitud a la NASA busca identificar posibles movimientos de tierra que puedan indicar dónde fueron enterrados los cuerpos. "Después de 23 años, tenemos el compromiso de poder hacer algo y darle una respuesta a una madre que espera saber qué pasó con su hija, su yerno y sus cuatro nietos", declaró Rodríguez Allende.
La investigación inicial estuvo plagada de irregularidades. La policía tardó ocho meses en allanar el campo, y el procedimiento culminó en un asado entre el dueño del establecimiento y el juez de la causa. La querella critica que el caso siga caratulado como "averiguación de paradero", argumentando que debería haberse investigado como desaparición forzada u homicidio desde el principio.
El pedido a la NASA implica gestiones complejas a través de Cancillería, el Ministerio de Justicia y autoridades estadounidenses. La esperanza es que las imágenes satelitales puedan revelar información crucial para esclarecer el caso y permitir que la familia Gill-Gallego finalmente descanse en paz.
¿Un nuevo enfoque para un viejo misterio?
La solicitud a la NASA representa un esfuerzo por agotar todas las instancias posibles en la búsqueda de la verdad. Si bien la tecnología satelital ha avanzado significativamente desde 2002, la esperanza reside en que las imágenes puedan ofrecer una perspectiva diferente y revelar detalles que pasaron desapercibidos en la investigación original.
Próximos pasos
La querella aguarda la respuesta de las autoridades estadounidenses y se prepara para analizar minuciosamente las imágenes satelitales en caso de que sean proporcionadas. El objetivo final es encontrar los restos de la familia Gill-Gallego y brindar un cierre a este trágico capítulo.