El mundo del fútbol uruguayo, y en especial la familia de Peñarol, se encuentran de luto tras el fallecimiento de Luis Gutiérrez, legendario arquero que dejó una huella imborrable en la historia del club y de la selección uruguaya. Gutiérrez falleció este sábado a los 86 años, dejando un legado de títulos y pasión por el deporte.
Un Campeón desde la Juventud
Antes de brillar en el profesionalismo, Gutiérrez ya demostraba su talento defendiendo la portería de la selección uruguaya sub-20, con la que se consagró campeón sudamericano en 1958. Este logro marcó el inicio de una carrera llena de éxitos y reconocimientos.
Gloria con Peñarol: Libertadores e Intercontinental
Su etapa más gloriosa la vivió con Peñarol, donde formó parte del histórico equipo dirigido por Roberto Scarone que conquistó la Copa Libertadores en 1961, venciendo en la final al Palmeiras de Brasil. Ese mismo año, el Carbonero también se alzó con la Copa Intercontinental, derrotando al Benfica de Portugal, con Gutiérrez como un baluarte en la portería.
El Legado de "Bananita"
Conocido cariñosamente como "Bananita", Gutiérrez disputó 28 partidos con la camiseta aurinegra, dejando una marca imborrable en la memoria de los hinchas. Su fallecimiento representa una gran pérdida para el fútbol uruguayo y para todos aquellos que aman y recuerdan la época dorada de Peñarol.
Desde el club Peñarol expresaron sus condolencias: “A sus familiares y amigos, el apretado abrazo en este momento”.
La figura de Luis Gutiérrez permanecerá siempre viva en la historia del fútbol uruguayo, como un ejemplo de talento, dedicación y amor por la camiseta.