El fin de semana se tiñó de luto para los amantes del fútbol rioplatense. Dos clubes, unidos por el nombre y una historia rica, sufrieron el amargo trago del descenso: River Plate de Uruguay y River Plate de Paraguay. La coincidencia, casi macabra, desató una ola de comentarios y recuerdos, evocando el fatídico 2011 cuando el River Plate argentino descendió a la B Nacional.
River Plate Uruguay: De la Volqueta al Abismo
El descenso del River uruguayo se consumó este domingo, tras una combinación de resultados desfavorables. La derrota ante Liverpool, sumada a la victoria de Progreso sobre Cerro Largo, selló su destino. El "Darsenero", como se lo conoce popularmente, no pudo revertir una temporada para el olvido, marcada por la irregularidad y la falta de gol.
Pero la historia no termina ahí. En diciembre de 2024, un hecho insólito sacudió al club: trofeos, símbolos de glorias pasadas, fueron encontrados en un volquete. Entre ellos, el del Campeonato Uruguayo de la Quinta División obtenido en 1990. Las imágenes se viralizaron rápidamente, generando indignación y repudio. ¿Una premonición? ¿Una maldición que se cumplió?
La directiva del club emitió un comunicado deslindando responsabilidades y prometiendo investigar lo sucedido. Sin embargo, el daño ya estaba hecho. El descenso, a casi un año del incidente, parece confirmar los peores presagios.
River Plate Paraguay: Un Final Similar
La tragedia uruguaya se replicó en Paraguay. El River Plate guaraní, que milita en la División Intermedia (segunda categoría del fútbol paraguayo), también confirmó su descenso. Un empate ante Resistencia no fue suficiente para evitar el inevitable. Al igual que en Uruguay, el sistema de puntuación acumulada de varios torneos sentenció su suerte.
¿Casualidad o Causalidad?
La coincidencia de ambos descensos, con apenas horas de diferencia, resulta sorprendente. ¿Es simplemente una casualidad? ¿O existe alguna conexión oculta entre ambos clubes? Las redes sociales se inundaron de teorías, desde las más conspirativas hasta las más racionales. Lo cierto es que el fútbol sudamericano, una vez más, nos regala una historia llena de drama, pasión y un toque de misterio.
El Río de la Plata, imponente y majestuoso, parece marcar el destino de estos clubes. Un río que une y separa, que da nombre a la pasión y a la desilusión. Un río que, este fin de semana, fue testigo del doble descenso de River.