El legado de Juan Domingo Perón sigue generando debate y controversia, tanto en el ámbito histórico como en el onomástico de las calles argentinas. Dos hechos recientes reviven la figura del ex presidente: la disputa sobre su lugar de nacimiento y la modificación de nombres de calles en Salta durante el apogeo del peronismo.
¿Lobos o Roque Pérez? La eterna discusión sobre el nacimiento de Perón
Si bien la historia oficial siempre ubicó el nacimiento de Juan Domingo Perón el 8 de octubre de 1895 en Lobos, provincia de Buenos Aires, una corriente revisionista ha cobrado fuerza en los últimos años. Historiadores sostienen que Perón nació en realidad en Roque Pérez, dos años antes, el 7 de octubre de 1893. Esta controversia ha dividido a ambos pueblos, que se disputan el honor de ser la cuna del líder justicialista.
En Lobos, un museo y biblioteca en la calle Buenos Aires al 1300 exhiben documentos y fotografías que respaldan la versión tradicional. Adolfina Ertini, directora del museo y descendiente directa del Presidente, ha defendido la versión de Lobos, argumentando que la disputa surgió a raíz de una afirmación hecha por un biógrafo de Perón, quien señaló que el General habría confesado, antes de su muerte, que nació en Roque Pérez.
Sin embargo, los lobenses también tienen sus propios argumentos, como una fotografía de Juana, madre de Perón, embarazada en Lobos en 1895. Además, mencionan que en 1944, Juana Perón visitó Lobos y reafirmó públicamente que su hijo había nacido allí. La misma versión fue respaldada por el propio Perón en 1953, durante una visita oficial como Presidente.
Perón y Eva Perón: Nombres que marcaron una época en Salta
En la provincia de Salta, el fervor peronista también se manifestó en el cambio de nombres de calles. Entre agosto de 1952 y noviembre de 1955, las calles Caseros y Alberdi fueron renombradas como Eva Perón y General Perón, respectivamente, por ley provincial. Esta medida, enmarcada en la liturgia peronista, buscaba honrar la figura del líder y su esposa.
Sin embargo, tras el golpe de Estado de 1955, una de las primeras acciones del gobierno de facto fue derogar esa ley y restituir los nombres originales de las calles. Este hecho refleja la profunda división política y social que caracterizó a la Argentina durante el siglo XX, donde la figura de Perón generó tanto adhesiones como rechazos.
Más allá de las controversias y los cambios de nombres, el legado de Perón sigue presente en la memoria colectiva de los argentinos. Su figura, objeto de debate y análisis, continúa siendo relevante para comprender la historia y la política del país.