¿Te imaginas encontrar oro en los árboles? Un reciente descubrimiento en Finlandia sugiere que la naturaleza podría tener la clave para una minería más sostenible y eficiente. Investigadores de la Universidad de Oulu han encontrado nanopartículas de oro en las agujas de abetos rojos que crecen cerca de yacimientos mineros.
Bacterias: las aliadas inesperadas
El hallazgo, publicado en la revista Environmental Microbiome, revela que bacterias específicas presentes en los tejidos de las plantas juegan un papel crucial en la acumulación de oro. Estas bacterias, denominadas microbios endófitos, facilitan la biomineralización, un proceso donde sustancias inorgánicas como el oro se solidifican dentro de la planta.
Anna Maria Pirttila, de la Universidad de Oulu, explica que estos microbios podrían ser utilizados como "espías" biológicos para identificar terrenos ricos en minerales. Imaginen la posibilidad de mapear yacimientos de oro simplemente analizando la flora local.
Fitominería: una alternativa ecológica
Este descubrimiento se alinea con el campo de la fitominería, una técnica que utiliza plantas para extraer metales valiosos del suelo. Algunas plantas tienen la asombrosa capacidad de absorber y concentrar metales, incluso el oro, en sus tejidos. Si bien no "crean" oro, lo extraen del suelo de manera natural.
¿Cómo funciona la fitominería?
El proceso comienza en suelos que contienen partículas de oro, a menudo en concentraciones muy bajas. Científicos como Chris Anderson han demostrado que plantas como el eucalipto o la mostaza india son eficientes en la absorción de oro. Para facilitar el proceso, a veces se introducen agentes químicos que disuelven las partículas de oro, haciéndolas más accesibles a las raíces.
Una vez absorbido, el oro viaja a través de la planta y se acumula en forma de nanopartículas, principalmente en las hojas y tallos. Luego, se cosechan las plantas y se procesan para extraer el oro, un proceso mucho menos invasivo que la minería tradicional.
Un futuro dorado y verde
La investigación en Finlandia y el desarrollo de la fitominería abren un camino prometedor hacia una minería más sostenible. El estudio de estos procesos no solo podría ayudarnos a encontrar nuevos yacimientos, sino también a desarrollar métodos para limpiar aguas contaminadas por la actividad minera. Quizás, en el futuro, el oro no solo se encuentre en las minas, sino también en los árboles, marcando el inicio de una nueva era en la extracción de metales preciosos.