El sistema ferroviario argentino enfrenta una crisis profunda. La reciente suspensión indefinida del servicio que conectaba Buenos Aires con Bahía Blanca, un trayecto emblemático, marca un punto de inflexión preocupante. Esta decisión, según Trenes Argentinos, responde al avanzado deterioro de la infraestructura y a la necesidad de priorizar la seguridad de los pasajeros. Sin embargo, la medida deja en evidencia la falta de inversión y mantenimiento que ha afectado a la red ferroviaria durante años.
¿Qué ramales están afectados?
La suspensión del Buenos Aires-Bahía Blanca no es un caso aislado. Actualmente, doce servicios permanecen inactivos en todo el país, incluyendo:
- Retiro - Rosario
- Retiro - Justo Daract
- Once - Trenque Lauquen
- Constitución - Bahía Blanca
- Constitución - Pinamar
- La Plata - Brandsen
- General Guido - Divisadero de Pinamar
- Pergamino - Junín
- Mercedes - Bragado
La mayoría de estos ramales presentan problemas estructurales significativos: rieles deteriorados, señalización obsoleta y falta de mantenimiento constante. Esta situación compromete la seguridad y la eficiencia del servicio ferroviario.
Novedades y Cambios en Otros Servicios
Mientras tanto, Trenes Argentinos anunció la venta de pasajes para noviembre a destinos como Bragado, Mar del Plata, Junín y Rosario. Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre el futuro de los servicios a Córdoba, Tucumán y Villa María, que permanecen suspendidos indefinidamente. Además, el ramal Plaza Constitución-Mar del Plata modifica su recorrido, deteniéndose en todas las estaciones intermedias, y reduce la frecuencia semanal debido a obras de renovación.
A pesar de los desafíos, hay noticias positivas. El ramal Santa Fe-Laguna Paiva está próximo a reanudar sus operaciones, y el servicio Retiro-Junín opera con un recorrido acortado. Estos avances, aunque limitados, demuestran el esfuerzo por mantener activa la red ferroviaria.
Los precios de los pasajes varían según la demanda, con tarifas que parten desde $7.500 a Bragado, $10.000 a Junín, $11.700 a Rosario y $25.000 a Mar del Plata. La accesibilidad económica es un factor clave para garantizar que el tren siga siendo una opción viable para los pasajeros.
El futuro del sistema ferroviario argentino es incierto. Se necesita una inversión significativa y una planificación estratégica para modernizar la infraestructura y garantizar la sostenibilidad a largo plazo. De lo contrario, la suspensión de servicios clave podría convertirse en una tendencia irreversible, afectando la conectividad y el desarrollo regional.