El partido entre Bolivia y Chile, disputado en El Alto por la fecha 16 de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026, era crucial para ambas selecciones. Con realidades distintas pero un mismo objetivo: aferrarse a la posibilidad de clasificar, aunque sea por el repechaje.
Bolivia, con la Localía como Fortaleza
Bolivia, tras una dura derrota ante Venezuela, necesitaba imperiosamente sumar de local. La altura de El Alto siempre representa un desafío para los visitantes, y la Verde buscaba aprovecharlo al máximo para seguir soñando con la clasificación directa, o al menos, con el repechaje. A pesar de las dificultades, el equipo boliviano tiene la ventaja de jugar dos partidos más en casa, lo que podría ser determinante en la recta final.
Chile, al Borde de la Eliminación
La situación de Chile es mucho más crítica. La derrota en casa contra Argentina dejó a la Roja al borde del abismo, prácticamente eliminada de la posibilidad de asistir a su tercer Mundial consecutivo. Con pocas opciones matemáticas, el equipo dirigido por Ricardo Gareca necesitaba un milagro en la altura boliviana para mantener viva la esperanza. Gareca admitió la complejidad de la situación, reconociendo que las posibilidades se reducen y que dependen no solo de sus propios resultados, sino también de los de sus rivales directos.
Un Partido de Alta Tensión
El encuentro se presentaba como un choque de necesidades, con Bolivia buscando aprovechar su localía y Chile aferrándose a una última oportunidad. Más allá del resultado, el partido prometía ser intenso y disputado, con ambos equipos dejando todo en la cancha para seguir peleando por un lugar en el Mundial 2026.
El futuro de ambas selecciones en estas eliminatorias pendía de un hilo, y cada minuto del partido era crucial para definir sus aspiraciones mundialistas.