Día de Muertos: Mascotas Fallecidas Presentes en Altares Mexicanos

Día de Muertos: Mascotas Fallecidas Presentes en Altares Mexicanos

El Día de Muertos en México trasciende generaciones y especies. Cada vez es más común observar en los altares ofrendas dedicadas a las mascotas fallecidas, un tierno gesto que valida el duelo por la pérdida de estos compañeros incondicionales. Fotografías, juguetes e incluso sus platos de comida favoritos se suman a los elementos tradicionales de esta festividad.

Esta tendencia refleja un cambio cultural profundo en la forma en que vivimos el duelo y reconocemos el vínculo entre humanos y animales. La ciencia ha demostrado que la interacción con mascotas libera oxitocina, la hormona del amor y el apego. Por lo tanto, su pérdida genera un dolor equiparable al de un ser querido.

Sin embargo, a diferencia del duelo por una persona, la sociedad a menudo minimiza o ignora el dolor por la pérdida de una mascota, lo que puede llevar a un “duelo desautorizado”. Incluir a los animales en los altares de Día de Muertos emerge como una forma de sanar esta herida y brindarles el reconocimiento que merecen.

¿Cuándo se coloca la ofrenda para las mascotas? Tradicionalmente, la ofrenda para las mascotas se coloca la noche del 26 de octubre, para recibirlos con alegría el 27. Este gesto permite honrar su memoria y celebrar el amor incondicional que nos brindaron.

Perrihijos y Gatihijos: Una Nueva Generación de Afecto

El término “perrihijo” y “gatihijo” refleja la creciente importancia de las mascotas en la vida familiar. Se les considera miembros integrales del hogar, recibiendo el mismo afecto y cuidado que un hijo humano. Esta nueva generación de afecto se manifiesta en la creación de altares personalizados, donde se exhiben sus juguetes favoritos, fotografías y otros objetos que evocan su presencia.

Adaptación e Infancias: El Legado de Amor

La inclusión de mascotas en el Día de Muertos también tiene un impacto positivo en los niños. Les enseña a comprender el ciclo de la vida y la muerte, y a honrar la memoria de sus compañeros animales. Esta tradición fortalece los lazos familiares y promueve la empatía y el respeto hacia los animales.

En definitiva, la presencia de mascotas en los altares de Día de Muertos es un testimonio del amor incondicional que nos une a estos seres especiales. Es una forma de mantener viva su memoria y celebrar el legado de alegría y compañía que nos dejaron.