Lourdes Fernández, la carismática cantante de Bandana, regresó a los escenarios del Gran Rex con una energía renovada, teloneando a la banda A Teens. Este regreso marca un hito después de días turbulentos marcados por un delicado conflicto personal con su ex pareja, Leandro Esteban García Gómez.
La noche se encendió cuando Lourdes apareció envuelta en una túnica negra, acompañada de un hombre que realizaba gestos energéticos. Al revelar su atuendo, un top y short blanco adornado con alas de ángel, la artista irradió fortaleza y resiliencia. Interpretó temas como “Creo en mi” y los clásicos de Bandana “Guapas” y “Maldita Noche”, demostrando que su talento sigue intacto.
El momento culminante llegó cuando, micrófono en mano, Lourdes pronunció una frase que resonó con el público: “Quiero decirles algo importantísimo, quizás suena cliché, un tropezón no es caída”. Esta declaración, cargada de significado, simboliza su determinación para superar los obstáculos y seguir adelante con su carrera.
En la audiencia se encontraban su padre, Osmar, y su esposa, quienes la apoyaron incondicionalmente durante este difícil período. El regreso de Lourdes a los escenarios no solo representa un triunfo personal, sino también un mensaje de esperanza y superación para todos sus seguidores.
El trasfondo judicial del caso
Mientras Lourdes brilla en el escenario, su ex pareja, Leandro Esteban García Gómez, permanece detenido e imputado por presunta violencia de género, lesiones agravadas y privación ilegítima de la libertad. La justicia rechazó su excarcelación debido a los riesgos procesales, como la posibilidad de fuga y la obstrucción de la investigación.
Este caso subraya la importancia de la lucha contra la violencia de género y la necesidad de proteger a las víctimas. El regreso de Lourdes Fernández a los escenarios, en este contexto, se convierte en un acto de valentía y un símbolo de empoderamiento.