¡La euforia noventera ha regresado a Australia! Oasis, la legendaria banda británica, ha dado inicio a su gira australiana con un show inolvidable en el Marvel Stadium de Melbourne. Liam y Noel Gallagher, los hermanos que supieron conquistar el mundo con su música, se reencontraron en el escenario para deleitar a sus fans con un repertorio plagado de clásicos.
Un Regreso Triunfal
El concierto inaugural fue una explosión de nostalgia. Desde el momento en que las luces se atenuaron y las primeras notas de "Hello" resonaron en el estadio, la multitud estalló en un grito unánime. El setlist recorrió los grandes éxitos de la banda, desde "Morning Glory" y "Some Might Say" hasta la icónica "Wonderwall", coreada a viva voz por miles de personas.
Más que un Concierto, un Fenómeno Cultural
La gira de Oasis en Australia no es solo una serie de conciertos; es un verdadero fenómeno cultural. Desde la apertura de una tienda pop-up con merchandising oficial hasta la proliferación de vendedores ambulantes ofreciendo camisetas conmemorativas, la fiebre por Oasis se ha apoderado de Melbourne. Los fans, muchos de ellos ataviados con los característicos bucket hats, han revivido la adolescencia y la pasión por una banda que marcó una época.
El reencuentro de Liam y Noel Gallagher ha generado una ola de emociones entre sus seguidores. Después de años de distanciamiento y conflictos públicos, los hermanos parecen haber enterrado el hacha de guerra, ofreciendo un espectáculo lleno de energía y complicidad. La banda, conformada además por Gem Archer y Andy Bell, demostró estar en plena forma, entregando una actuación impecable que dejó a todos con ganas de más.
Un Legado Imborrable
La historia de Oasis en Australia está llena de anécdotas y controversias. Desde las polémicas declaraciones de Liam hasta sus altercados con la prensa y los fans, la banda siempre supo generar titulares. Sin embargo, su música siempre prevaleció, conquistando los corazones de miles de australianos que los han mantenido en la memoria colectiva. Este regreso triunfal es la prueba de que el legado de Oasis sigue vivo y resonando con fuerza en todo el mundo.
“G’day,” saludó Liam, con su pandereta en alto, antes de sumergirse en la eléctrica "Morning Glory", seguida de "Some Might Say". La era de mediados de los 90 de la banda es una pared de guitarra rasposa, voces saladas y coros asesinos. Liam está en buena forma: esa voz irascible, la forma en que se inclina hacia el micrófono, con los brazos detrás de la espalda y toda esa arrogancia. "Cosas maravillosas", dice después de una canción. "Decente".