El gobierno avanza a paso firme con la privatización de las rutas nacionales, una medida que promete eficiencia pero que genera interrogantes sobre el costo para los usuarios. Recientemente, se abrieron las ofertas económicas para el primer tramo de la Red Federal de Concesiones, revelando tarifas de peaje que superarán los $3.500 cada 100 kilómetros. ¿Un precio justo por una mejor infraestructura o un nuevo golpe al bolsillo?
¿Qué rutas se verán afectadas?
Esta primera etapa comprende 741 kilómetros de rutas consideradas estratégicas dentro del corredor del Mercosur, incluyendo las rutas 12 y 14, vitales para el flujo comercial con Brasil y Uruguay. Estas vías atraviesan provincias clave como Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes, donde los futuros concesionarios deberán invertir en obras de mantenimiento y mejora.
Ofertas y controversias
Según el proceso de licitación, la empresa Autovía Construcciones y Servicios, ligada a la constructora José Cartellone, presentó la oferta más económica para el "Tramo Oriental", que abarca las rutas 12, 14, 117, 135 y la A-015. Su propuesta es de $2.945 más IVA, lo que eleva el costo final a $3.563. Otras empresas como Rovella Carranza, Panedile y Benito Roggio también participaron en la licitación.
El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró la competencia entre las empresas, destacando que todas las propuestas se presentaron por debajo del precio tope fijado en el pliego. Sin embargo, queda la duda de si estos precios serán realmente accesibles para los usuarios, especialmente en un contexto económico desafiante.
¿Un futuro más conectado o más caro?
El objetivo del gobierno es modernizar la infraestructura vial y mejorar la conectividad entre las regiones productivas del país. Se espera que la Red Federal de Concesiones impulse el comercio exterior y optimice el mantenimiento de las rutas a través de la inversión privada a largo plazo. No obstante, la pregunta que queda en el aire es si este modelo garantizará tarifas justas y accesibles para todos los usuarios, o si se traducirá en un aumento significativo en los costos de transporte y logística.
El proyecto busca modernizar la infraestructura vial que vincula las regiones productivas del centro y noreste argentino con los principales puertos de salida al exterior. Las rutas involucradas concentran buena parte del tránsito de carga agrícola, industrial y automotriz, además de articular los flujos logísticos con Brasil y Uruguay, dos de los principales socios comerciales del país.