Tras una victoria contundente en Glasgow, la Roma se prepara para enfrentar al Udinese en un partido crucial para mantenerse en la pelea por los primeros puestos de la Serie A. El entrenador Gasperini parece decidido a no realizar cambios drásticos en el equipo, apostando por la continuidad del esquema táctico que tan buenos resultados le ha dado.
¿Misma alineación, misma estrategia?
La idea principal es mantener el 3-4-1-2 que funcionó a la perfección en Europa, con Cristante como enlace entre el mediocampo y la delantera, apoyando a Soulé y Dovbyk. Este último, el delantero ucraniano, buscará consolidar su buen desempeño con goles, tal como lo espera Pellegrini.
Defensa consolidada y mediocampo dinámico
En la defensa, se espera que repitan Mancini, Ndicka y Hermoso, este último ya adaptado al sistema de juego y ganándose un lugar en el once titular. En las bandas, Wesley volvería a la titularidad por la izquierda, mientras que Celik se mantendría por la derecha.
El mediocampo estará conformado por Koné y El Aynaoui, quien se ha convertido en una pieza clave en la recuperación del balón y en la salida desde el fondo. Su presencia permite que Cristante se posicione más cerca del área rival.
La duda de Pellegrini
A pesar de la solidez del equipo, existe una interrogante sobre la titularidad de Pellegrini, quien marcó un gol importante en la Europa League. Gasperini tomará la decisión final en las horas previas al partido.
En definitiva, la Roma confía en la continuidad y en el buen momento de sus jugadores para superar al Udinese y seguir escalando posiciones en la tabla. Como dijo Gasperini, el tiempo para descansar es en casa, por la noche. Ahora, toca demostrarlo en el campo.