La comunidad de Santa Lucía, San Juan, se encuentra sumida en el dolor tras el devastador incendio que cobró la vida del pequeño Thiago González, de tan solo 7 años. El siniestro, ocurrido el pasado sábado en una vivienda del consorcio Santa Lucía, dejó a su familia en una situación de extrema vulnerabilidad, desatando una ola de solidaridad entre los vecinos.
Colecta Solidaria para la Familia González
Ante la difícil situación que atraviesa la familia de Thiago, los vecinos de Santa Lucía se han organizado para llevar adelante una colecta solidaria. El objetivo es recaudar donaciones que permitan cubrir las necesidades básicas de la familia y ayudarlos a reconstruir sus vidas tras esta irreparable pérdida.
Los interesados en colaborar pueden acercar sus donaciones a la peluquería ubicada en Colón 625 Sur, entre General Paz e Yrigoyen, en Santa Lucía. Se reciben alimentos no perecederos, ropa, calzado, artículos de higiene personal y materiales de construcción.
El Incendio: Una Tragedia Inesperada
El incendio se desató el sábado por la tarde y se propagó rápidamente por la vivienda. Según las primeras investigaciones, Thiago se encontraba en su habitación cuando comenzaron las llamas. Su padre y su hermana lograron escapar por una ventana, pero lamentablemente no pudieron rescatar al niño debido a la intensidad del fuego.
Bomberos y personal médico confirmaron el fallecimiento de Thiago en el lugar. La División Criminalística y la UFI de Delitos Especiales continúan investigando las causas del siniestro para determinar su origen.
Un Adiós Lleno de Emoción
La Asociación Civil Autismo San Juan, de la cual Thiago formaba parte, despidió al niño con un emotivo mensaje, destacando su alegría y su espíritu. "Cuando un alma tan pura se va, no se apaga… se transforma en luz que nunca deja de brillar", expresaron desde la asociación.
La comunidad de Santa Lucía se une en oración por Thiago y brinda su apoyo a la familia González en este momento de profundo dolor. La solidaridad de los vecinos es un ejemplo de cómo, incluso en las circunstancias más difíciles, el espíritu humano puede brillar con fuerza.