Misiles Hipersónicos: ¿La Nueva Amenaza en el Conflicto Irán-Israel?

Misiles Hipersónicos: ¿La Nueva Amenaza en el Conflicto Irán-Israel?

¿Qué son los misiles hipersónicos y por qué preocupan?

La reciente escalada de tensión entre Irán e Israel ha puesto en el foco una nueva y preocupante arma: los misiles hipersónicos. Tras los ataques israelíes contra instalaciones nucleares y militares iraníes, la respuesta de Teherán incluyó el lanzamiento de una oleada de misiles, algunos de los cuales, según informes, serían hipersónicos.

¿Pero qué hace a estos misiles tan especiales? A diferencia de los misiles balísticos tradicionales, los hipersónicos viajan a velocidades superiores a Mach 5 (cinco veces la velocidad del sonido) y pueden maniobrar en la atmósfera, lo que los hace extremadamente difíciles de interceptar. Esta combinación de velocidad y maniobrabilidad desafía los sistemas de defensa aérea existentes, como la Cúpula de Hierro israelí.

Aunque Israel afirma haber interceptado la mayoría de los misiles lanzados por Irán, el hecho de que algunos hayan logrado impactar en territorio israelí, causando daños y bajas, ha generado gran preocupación. El Ejército israelí reconoció que su sistema de defensa “no es hermético”, lo que sugiere que la saturación provocada por ataques simultáneos con drones y misiles hipersónicos podría superar sus capacidades.

¿Cómo funciona la Cúpula de Hierro de Israel?

La Cúpula de Hierro es un sistema de defensa aérea diseñado para interceptar y destruir cohetes de corto alcance y proyectiles de artillería. Sin embargo, su efectividad contra misiles hipersónicos es limitada, dada la velocidad y maniobrabilidad de estos últimos.

  • Detección: Radares detectan el lanzamiento de cohetes.
  • Análisis: El sistema calcula la trayectoria y determina si el cohete representa una amenaza para áreas pobladas.
  • Interceptación: Si se considera una amenaza, se lanza un misil interceptor para destruir el cohete en vuelo.

La posible utilización de armamento hipersónico por parte de Irán representa un salto cualitativo en las capacidades militares de la región y plantea serios desafíos para la seguridad de Israel y sus aliados. La comunidad internacional observa con atención esta escalada, mientras se buscan soluciones diplomáticas para evitar una confrontación mayor.