Los primeros relevamientos privados apuntan a que la inflación de junio de 2025 se ubicará en torno al 2%, marcando una posible aceleración con respecto al 1,5% registrado en mayo. Este incremento se atribuye principalmente a la presión sobre precios regulados, como combustibles y servicios públicos, así como a factores estacionales como el aumento en frutas y verduras. La ausencia del efecto Hot Sale también jugó un papel importante en este repunte.
Impulso de Alimentos y Bebidas
El rubro de alimentos y bebidas mostró un incremento cercano al 1,8% en las primeras cuatro semanas de junio, según estimaciones privadas. Dentro de este sector, se destacaron aumentos en panificados, lácteos y bebidas. Sin embargo, algunas consultoras señalan que la suba en carnes y verduras fue parcialmente contrarrestada por la caída en otros productos. Analytica detalló que los mayores aumentos se registraron en café, té, yerba y cacao, así como en azúcar, dulces y chocolates.
Impacto de los Precios Regulados
El ajuste en servicios públicos, especialmente en gas y electricidad, impactó significativamente en el rubro de vivienda. Además, el aumento moderado en los precios de los combustibles, en contraste con la baja de mayo, afectó el rubro de transporte. Los cigarrillos, que habían permanecido estables, retomaron las subas, al igual que los artículos de tocador y belleza.
Proyecciones para el Futuro
Los analistas esperan que la inflación se mantenga en niveles similares durante julio. El INDEC dará a conocer la cifra oficial del IPC el 14 de julio, confirmando o ajustando las estimaciones privadas. Será crucial observar si las políticas económicas implementadas logran contener la escalada de precios en los próximos meses.
¿Qué significa esto para tu bolsillo?
Este aumento de la inflación impacta directamente en el poder adquisitivo de los consumidores. Es importante estar atento a las fluctuaciones de precios, comparar opciones y ajustar el presupuesto familiar para mitigar los efectos de la inflación.