Más de una década después de su mediático romance, Andrea Rincón sigue apuntando contra Ale Sergi, el vocalista de Miranda!. En una reciente entrevista, la vedette revivió los conflictos de la relación, especialmente el sentimiento de abandono que experimentó durante un período turbulento de su vida.
Un romance fugaz y explosivo
El romance entre Rincón y Sergi, allá por 2014, fue uno de los más comentados del verano. La pareja, que se conoció en Carlos Paz, rápidamente se convirtió en el centro de atención mediática, alimentando rumores y portadas de revistas. Sin embargo, la intensidad de la relación también trajo consigo conflictos que terminaron por desgastarla.
La versión de Andrea Rincón
Según Rincón, la relación se vio afectada por sus problemas personales, incluyendo una internación por adicciones. La vedette reveló sentirse sola durante ese proceso, y reprocha a Sergi no haberle brindado el apoyo necesario. "Me interné y estuve sola. Después él volvió conmigo", declaró, dejando entrever un resentimiento persistente.
Rincón también se quejó de que la carga mediática de la relación recayó sobre ella, mientras que Sergi evitó asumir responsabilidades. "Todo el ruido que hicimos… las cosas se hacen de a dos, todo eso cargó sobre mi espalda. Yo le pedí disculpas públicamente a él. A mí nunca nadie me pidió disculpas. Yo me quedé solita bancando todo en mis espaldas", lamentó.
¿Qué pasó realmente entre ellos?
Si bien los detalles exactos de la ruptura son difusos, es evidente que la relación dejó una marca profunda en ambos. Mientras que Sergi ha minimizado los conflictos, Rincón no ha dudado en expresar su descontento y decepción con la forma en que se manejó la situación. La historia de Rincón y Sergi sirve como un recordatorio de cómo las relaciones, incluso las más apasionadas, pueden verse afectadas por las dificultades personales y la falta de comunicación.
El tiempo dirá si Rincón y Sergi podrán cerrar este capítulo de sus vidas. Por ahora, la vedette parece decidida a no perdonar al cantante por lo que considera una falta de empatía y responsabilidad.