El reconocido actor y director Mel Gibson ha sorprendido al mundo al elegir un destino inusual para prepararse para su próxima película sobre la resurrección de Cristo: el monasterio ortodoxo de Hilandar, ubicado en el Monte Athos, Grecia. Según informes, Gibson busca inspiración y consejo espiritual en este enclave religioso de difícil acceso, integrándose a la vida monástica en busca de anonimato y reflexión.
Un retiro espiritual en el Monte Athos
El Monte Athos, también conocido como la "Montaña Sagrada", es un estado monástico autónomo con más de mil años de historia, regido por sus propias leyes y habitado exclusivamente por monjes ortodoxos. Este aislamiento ha permitido preservar una forma de vida medieval casi intacta. El acceso está restringido a hombres, una tradición llamada avaton que data del año 1045. La presencia de Gibson en Hilandar no es un hecho aislado; otras figuras públicas han buscado silencio y espiritualidad en este lugar.
'Braveheart' resurge en el streaming
Mientras Gibson se sumerge en la vida monástica, una de sus películas más emblemáticas, 'Braveheart' (1995), vuelve a conquistar al público, esta vez en plataformas de streaming. La épica histórica, que narra la historia del guerrero escocés William Wallace, interpretado por el propio Gibson, liderando la rebelión contra el rey Eduardo I de Inglaterra, se encuentra entre las más populares en Tubi. La película, que recaudó 213 millones de dólares con un presupuesto de 72 millones, obtuvo cinco premios Oscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Director para Gibson.
Gibson y su experiencia en 'Braveheart'
En una entrevista reciente, Gibson admitió que durante el rodaje de 'Braveheart' "pretendía" saber lo que hacía, dada su inexperiencia como director en ese momento. A pesar de la magnitud de la producción, con 3.000 personas en el set, el equipo logró evitar lesiones graves, lo que Gibson considera un logro del que se siente orgulloso.
El legado de 'La Pasión de Cristo'
Otro hito en la carrera de Gibson es 'La Pasión de Cristo', que celebró su 20 aniversario el año pasado. La película, protagonizada por Jim Caviezel como Jesús y Monica Bellucci como María Magdalena, superó los 600 millones de dólares en taquilla, consolidando a Gibson como un director con la capacidad de generar impacto tanto en la crítica como en el público.