La sucesión de la reconocida escritora y ensayista argentina, Beatriz Sarlo, se ha convertido en un culebrón digno de una novela, lleno de giros inesperados y disputas legales. Tras su fallecimiento, la herencia de Sarlo ha desatado una batalla entre su exmarido, el encargado del edificio donde residía y hasta el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Un Juez se Excusa y la Trama se Complica
El Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil 24 de Capital Federal, a cargo de Cecilia Kandus, rechazó la excusación de su colega del Juzgado Civil 60. El juez que se excusó alegó que el letrado de uno de los presuntos herederos había trabajado en su tribunal como secretario interino, y que la madre del abogado fue la pediatra de sus hijos durante muchos años. Esta situación añade un nivel de complejidad a la ya intrincada trama.
Cartas Misteriosas y Reclamos Contrapuestos
En el centro de la disputa se encuentran dos cartas que supuestamente legan el departamento de Sarlo al encargado del edificio, Melanio Alberto Meza. Al mismo tiempo, el exmarido de Sarlo, de quien se había separado hace 50 años, reclama su parte de la herencia. La validez de estas cartas y la legitimidad de los reclamos son objeto de debate legal.
El Legado de Sarlo y los Escándalos Mediáticos
Paradójicamente, Beatriz Sarlo, quien dedicó su vida a analizar los escándalos mediáticos y su impacto en la cultura argentina, se ha convertido en protagonista de uno propio. Su famosa frase "Conmigo no, Barone", pronunciada en el programa 678, se convirtió en un símbolo de resistencia contra la hipocresía. Ahora, su sucesión genera un nuevo capítulo en la historia de controversias que la rodearon.
- La sucesión de Beatriz Sarlo desató una batalla legal entre su exmarido y el encargado del edificio.
- Un juez se excusó del caso debido a vínculos con el abogado de uno de los herederos.
- Dos cartas que supuestamente legan el departamento al encargado son objeto de controversia.
- El legado de Sarlo, analista de escándalos mediáticos, ahora es parte de uno.
