Airbag lo hizo de nuevo. La banda liderada por los hermanos Sardelli, Gastón, Guido y Pato, conquistó el Estadio River Plate en dos noches históricas que consolidan su lugar en la cima del rock nacional. El show, un despliegue de energía y talento, repasó sus dos décadas de trayectoria, presentando su último álbum, 'El Club de la Pelea'.
De Don Torcuato al Monumental: Un Sueño Hecho Realidad
Desde sus humildes comienzos en un garage de Don Torcuato, los Sardelli han recorrido un largo camino. La bandera de su ciudad natal ondeó con orgullo en el Monumental, un símbolo del esfuerzo y la dedicación que los llevaron al éxito.
El concierto, una experiencia inolvidable para los más de 70 mil fanáticos presentes, fue una explosión de hits. Desde los clásicos como 'Solo Aquí' y 'Huracán' hasta los temas más recientes como 'No Confíes en Tu Suerte', el repertorio abarcó todas las etapas de la banda, demostrando su evolución y vigencia.
Pato Sardelli: Emoción al Piano
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando Pato Sardelli se sentó al piano para interpretar el tango 'El Sueño del Pibe', una sentida melodía que resonó con la historia de la banda y su perseverancia.
Airbag no sólo tocó sus propios temas, sino que también se animó a homenajear a otros grandes artistas. Interpretaron una versión de 'Adiós Nonino' de Piazzolla, demostrando su versatilidad y aprecio por la música argentina.
Un Legado en Construcción
El ascenso de Airbag es innegable. Ocho Luna Park, un Argentinos Juniors, dos Movistar Arena, cuatro Vélez y ahora dos River Plate. Su música trasciende generaciones y su conexión con el público es palpable. Con cada show, Airbag reafirma su lugar como una de las bandas más importantes del rock argentino, un legado que seguirá creciendo con el tiempo.
- 'Jinetes Cromados' abrió el show con una explosión de energía.
- 'Cae el Sol' iluminó el estadio con miles de celulares.
- 'Solo Aquí' cerró la noche con una ovación ensordecedora.
El final, con fuegos artificiales y un solo de guitarra del Himno Nacional, fue la cereza del pastel, sellando una noche que quedará grabada en la memoria de todos los presentes.