La pandemia de COVID-19, aunque menos presente en el día a día gracias a las vacunas y una menor virulencia del virus, sigue evolucionando. Una nueva subvariante de Ómicron, denominada XFG o 'Frankenstein' debido a su naturaleza recombinante, está generando preocupación en la comunidad científica y ha sido detectada muy cerca de Argentina, en Brasil.
¿Qué es la variante 'Frankenstein' XFG?
Esta variante es el resultado de la combinación de dos mutaciones genéticas previas, lo que le confiere características únicas. El Instituto Oswaldo Cruz de Brasil confirmó su presencia en Río de Janeiro, San Pablo, Ceará y Santa Catarina. Se ha propagado rápidamente desde su detección inicial en el sudeste asiático.
Situación en Argentina y España
Aunque no se ha informado oficialmente sobre la presencia de la variante XFG en Argentina, la baja secuenciación genómica del virus dificulta su detección temprana. En España, se ha observado un importante repunte de casos de COVID-19 durante el verano, que algunos expertos atribuyen a la expansión de esta variante.
Impacto y Síntomas de la Variante XFG
En Canarias, donde la variante circula desde finales de mayo, no se ha observado una mayor gravedad en los casos detectados. Los síntomas más comunes incluyen dolor de garganta intenso, afonía y mucosidad nasal, afectando principalmente las vías respiratorias altas. Estudios iniciales indican que no hay aumento en la gravedad de los casos ni impacto significativo en la eficacia de las vacunas y antivirales.
Vigilancia y Recomendaciones
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado la variante XFG como 'variante bajo vigilancia' y considera que el riesgo asociado es bajo. Sin embargo, enfatiza la importancia de intensificar la vigilancia genómica para monitorear su evolución y propagación. La OMS continúa evaluando el riesgo que representa esta nueva cepa y recomienda mantener las medidas de prevención habituales, como la vacunación y el lavado de manos.
¿Cómo protegerse?
- Mantener el calendario de vacunación actualizado.
- Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.
- Utilizar alcohol en gel.
- Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar.
- Ventilar los ambientes.