La investigación sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman, ocurrida hace más de una década, podría experimentar un giro significativo. La fiscalía, liderada por Eduardo Taiano, está evaluando citar a declarar a 90 militares de Inteligencia que trabajaron bajo las órdenes de César Milani, ex jefe del Ejército, durante el período en que se produjo el deceso de Nisman, el 18 de enero de 2015.
Esta acción surge a partir de la desclasificación de archivos secretos de la ex SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado) ordenada por el gobierno de Javier Milei, tras la solicitud de la fiscalía. Se espera que las primeras citaciones se realicen a partir de agosto, una vez finalizada la feria judicial.
Nuevas Pistas en la Investigación
El fiscal Taiano ha requerido información detallada sobre las actividades de las direcciones de Inteligencia del Ejército y otras fuerzas de seguridad, especialmente aquellas relacionadas con el trabajo de Nisman en la Unidad Fiscal AMIA, encargada de investigar el atentado de 1994 contra la mutual judía.
Estos documentos desclasificados podrían proporcionar nuevas pistas cruciales sobre el papel que jugaron los servicios de inteligencia en la muerte del fiscal. La hipótesis principal de la fiscalía es que Nisman fue asesinado, descartando la teoría del suicidio, y se enfoca en identificar a los responsables materiales e intelectuales del crimen.
El Contexto del Caso Nisman
La muerte de Alberto Nisman ocurrió poco después de que el fiscal denunciara a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner por presunto encubrimiento de ciudadanos iraníes implicados en el atentado a la AMIA. La causa Vialidad, que culminó con la condena de Cristina Fernández de Kirchner, ha sido objeto de severas críticas por parte de juristas, sectores políticos y organismos de derechos humanos. Se advierte sobre presuntas irregularidades en el proceso judicial que comprometen garantías constitucionales básicas. Es clave abordar el tema con rigor, pluralidad de voces y responsabilidad editorial.
Waldo Wolff, exvicepresidente de la DAIA, ha señalado la existencia de un "aparato de inteligencia paralela" con movimientos significativos en el período investigado.