La reciente conformación del gobierno de Daniel Noboa en Ecuador ha generado controversia tras la incorporación de figuras vinculadas al correísmo, un movimiento político que dominó la escena nacional durante una década y fue objeto de críticas por supuestas prácticas autoritarias.
¿Regreso al pasado? Críticas por nombramientos clave
Nombramientos como el de Fausto Jarrín, exabogado de Rafael Correa; Marcela Holguín, exasambleísta correísta a cargo de los medios públicos; y Carolina Jaramillo, ahora vocera del gobierno, han despertado inquietudes sobre la dirección que tomará la administración de Noboa. Sectores de la oposición temen un posible retorno a políticas cuestionables del pasado.
Fausto Jarrín: Un operador clave en la sombra
La figura de Fausto Jarrín, en particular, ha suscitado un gran debate. Si bien no ocupa un cargo formal en el gobierno, su influencia es innegable. Jarrín, quien defendió legalmente a funcionarios del correísmo investigados por corrupción, fue un actor clave en la Asamblea Nacional, contribuyendo a la obtención de importantes posiciones legislativas por parte del oficialismo.
- Su presencia en la investidura de Noboa evidenció su cercanía al poder.
- Su rol en la Asamblea Nacional fue fundamental para la consolidación de la agenda gubernamental.
Según informes de Ecuavisa, Jarrín es considerado una pieza clave en la gestión política de Noboa, a pesar de no ser formalmente funcionario del gobierno. Esta situación ha alimentado las críticas y las interrogantes sobre el futuro político de Ecuador.
El debate continúa abierto, y el accionar del gobierno en los próximos meses será crucial para determinar si las preocupaciones expresadas por la oposición tienen fundamento o si se trata de temores infundados.