La escalada del conflicto en Somalia se intensifica con el aumento de los ataques aéreos estadounidenses dirigidos contra grupos extremistas como ISIS y Al-Shabaab. El Comando de África de Estados Unidos (AFRICOM), en coordinación con el gobierno somalí, ha incrementado sus operaciones antiterroristas en el país, buscando debilitar la capacidad de estos grupos para planificar y ejecutar ataques.
Ataques Recientes y sus Consecuencias
Según informes de la Agencia Nacional de Noticias de Somalia (SONNA), a finales de mayo y principios de junio, AFRICOM llevó a cabo dos ataques aéreos contra miembros de ISIS cerca de Bosaso, en la región de Bari. El objetivo declarado es proteger a los civiles somalíes, las fuerzas de seguridad y los socios internacionales de las amenazas terroristas.
Impacto en la Población Civil
Sin embargo, un informe de la New America Foundation revela que los ataques aéreos estadounidenses en Somalia podrían haber causado la muerte de entre 109 y 174 personas en lo que va de 2025. Esta cifra alarmante ha generado preocupación entre las organizaciones de derechos humanos, que exigen mayor transparencia y rendición de cuentas sobre las acciones militares de Estados Unidos en Somalia, especialmente en casos de presuntas víctimas civiles.
El Rol de AFRICOM y la Respuesta Internacional
El General Michael Langley, comandante de AFRICOM, reconoció el aumento de los ataques, reafirmando el compromiso de Estados Unidos de “interrumpir y degradar” las redes extremistas que representan una amenaza para la estabilidad regional e internacional. La creciente visibilidad del poder aéreo estadounidense en Somalia refleja la intensificación de los esfuerzos para desmantelar los bastiones insurgentes en regiones remotas.
La situación en Somalia sigue siendo compleja y volátil, con una creciente necesidad de equilibrar la lucha contra el terrorismo con la protección de los derechos humanos y la seguridad de la población civil.