El partido de cuartos de final de Roland Garros 2025 entre Aryna Sabalenka y Qinwen Zheng estuvo cargado de tensión y controversia. Un momento clave del encuentro desató el debate sobre la precisión del arbitraje electrónico y la influencia de las decisiones en el resultado.
Un punto que encendió la polémica
Con el marcador 5-4 a favor de Sabalenka en el primer set, y Zheng al servicio con 30-30, un largo intercambio culminó con Zheng deteniendo el juego al considerar que la pelota de Sabalenka había picado fuera de la línea. Convicción que, sin embargo, no fue compartida por la jueza de silla.
La umpire bajó a verificar la marca de la pelota, dictaminando que había sido buena, otorgando así un punto de set a Sabalenka. A pesar de la decisión arbitral, Zheng logró sobreponerse y neutralizar el punto de set, manteniendo la tensión del partido.
¿Error humano o tecnológico?
La polémica no se detuvo ahí. Imágenes de Hawkeye, el sistema de ojo de halcón, mostraron una discrepancia con la decisión de la jueza de silla, sugiriendo que la pelota efectivamente había picado fuera. Este hecho generó un intenso debate sobre la fiabilidad del ojo de halcón y la pertinencia de su implementación en todas las canchas de tenis.
Más allá de este incidente puntual, el partido entre Sabalenka y Zheng fue un claro ejemplo de la alta competitividad del tenis femenino, con ambas jugadoras demostrando un gran nivel de juego. Otros encuentros destacados de la jornada incluyeron el triunfo de Frances Tiafoe frente a Lorenzo Musetti, y el enfrentamiento entre Carlos Alcaraz y Tommy Paul. Iga Swiatek también se enfrentó a Elina Svitolina.
En definitiva, la controversia arbitral en el Sabalenka vs. Zheng no solo añadió dramatismo al partido, sino que también reabrió el debate sobre el papel de la tecnología y la precisión en el arbitraje del tenis profesional.