En el apasionante mundo del fútbol argentino, las comparaciones son inevitables. Más allá de los goles y las jugadas espectaculares, existen contrastes significativos en posiciones clave, como la del arquero. Dos nombres destacan en este escenario: Franco Armani, consolidado en River Plate, y Agustín Marchesín, recién llegado a Boca Juniors.
Franco Armani: El Líder Consolidado de River
Desde su llegada a River en 2018, Franco Armani se ha ganado el respeto de la hinchada y el respaldo del club. Con 38 años, el arquero no solo acumula títulos, incluyendo la Copa Libertadores 2018, sino que también se destaca por su regularidad y liderazgo dentro del vestuario. Su contrato se extiende hasta diciembre de 2026.
Según diversas fuentes, su salario anual oscila entre los 2.5 y 2.9 millones de dólares, convirtiéndolo en uno de los jugadores mejor pagados del fútbol argentino. River valora su experiencia, liderazgo y su capacidad para responder en los momentos cruciales. Armani demuestra su valía con cada atajada.
Agustín Marchesín: El Nuevo Desafío en Boca
Agustín Marchesín, por su parte, regresa a Argentina tras una exitosa trayectoria en el exterior, incluyendo pasos por México, Portugal y España. A sus 37 años, llega a Boca con el objetivo de recuperar protagonismo y consolidarse en el arco xeneize. Su contrato, al igual que el de Armani, finaliza a fines de 2026.
Aunque las cifras oficiales no han sido reveladas, se estima que su salario anual ronda los 1.5 millones de dólares, una suma considerablemente menor a la de Armani. Marchesín ha sido fichado como una apuesta y busca ganarse la titularidad, compitiendo con otros arqueros del plantel. Sabe que no tiene margen de error y está decidido a demostrar su valía en el arco de Boca.
El Contraste Salarial y las Expectativas
La diferencia salarial entre Armani y Marchesín refleja la trayectoria y el presente de cada uno. Mientras Armani se ha consolidado como un referente en River, Marchesín busca construir su propio camino en Boca. Ambos arqueros enfrentan el desafío de defender los colores de dos de los clubes más importantes del fútbol argentino, con la presión y la exigencia que ello implica.
En definitiva, la comparación entre Armani y Marchesín va más allá de lo económico. Se trata de dos arqueros con estilos y trayectorias diferentes, unidos por la pasión por el fútbol y el deseo de dejar su huella en el arco de River y Boca.