Un reciente estudio de Latam Pulse, en colaboración con AtlasIntel y Bloomberg, revela un aumento en la desaprobación del gobierno de Javier Milei. La encuesta, realizada entre el 25 y 28 de julio con una muestra de 4080 adultos argentinos, muestra una inclinación hacia una percepción negativa de la gestión actual.
Los resultados indican que el 47,8% de los encuestados desaprueba el desempeño de Milei como presidente, mientras que el 45,1% lo aprueba. Un 7,1% no tomó una postura clara. Este cambio es significativo si se compara con los datos de junio, donde la desaprobación era del 44,1% y la aprobación del 44,3%, evidenciando un cambio de tendencia desfavorable para el gobierno.
La evaluación general del gobierno también refleja esta tendencia. Un 42,3% de los encuestados califica la gestión como "mala/muy mala", mientras que un 35,8% la considera "excelente/buena". Un 20% restante se muestra neutral. Estos datos sugieren un creciente descontento con las políticas implementadas y la dirección que está tomando el país.
Paralelamente, una encuesta de la Universidad de San Andrés (UdeSA) realizada entre el 11 y el 21 de julio, con una muestra de 1012 personas en diversas regiones del país, también señala una caída en la aprobación de Milei. Este estudio profundiza en las razones detrás de esta desaprobación, incluyendo preocupaciones sobre el rumbo económico y las políticas implementadas.
Estos datos combinados ofrecen una perspectiva preocupante para el gobierno de Milei, indicando la necesidad de abordar las preocupaciones ciudadanas y ajustar las estrategias para recuperar la confianza pública. La divergencia entre las expectativas iniciales y la realidad actual parece ser un factor clave en el aumento de la desaprobación.
Factores que contribuyen a la desaprobación
- Política económica: Las medidas económicas implementadas parecen generar incertidumbre y descontento.
- Comunicación: La estrategia comunicacional del gobierno podría no estar conectando con la población.
- Expectativas vs. Realidad: La brecha entre las promesas de campaña y los resultados actuales genera frustración.