Lituania ha solicitado formalmente la asistencia de la OTAN para reforzar sus defensas aéreas, tras un incidente preocupante en el que un dron, proveniente de Bielorrusia y cargado con explosivos, ingresó a su espacio aéreo y se estrelló en una zona de entrenamiento militar. La ministra de Defensa, Dovilė Šakalienė, y el ministro de Asuntos Exteriores, Kęstutis Budrys, enviaron una carta al Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, solicitando el despliegue de capacidades adicionales, incluso "experimentales", para hacer frente a las crecientes amenazas aéreas.
Preocupación por la seguridad del espacio aéreo de la OTAN
Según Šakalienė, incidentes similares podrían repetirse mientras continúe la guerra de Rusia contra Ucrania, lo que exige la adopción de medidas adicionales de protección. El dron cruzó la frontera el 28 de julio y tardó casi una semana en ser localizado por el ejército lituano. La principal hipótesis que manejan las autoridades es que el dron, supuestamente dirigido por Rusia hacia Kiev, se desorientó y entró involuntariamente en el espacio aéreo lituano.
Si bien no hay indicios de que el dron fuera lanzado deliberadamente hacia territorio lituano, las autoridades consideran imprescindible responder con la máxima contundencia. La investigación del incidente está en curso.
Incidentes similares en países vecinos
La intensificación de los ataques aéreos contra Ucrania en los últimos meses ha elevado el riesgo de incidentes similares a lo largo de la frontera oriental de la OTAN. Ya se han reportado casos similares en Polonia, Rumania y Letonia.
Budrys describió la situación como una preocupación que atañe a toda la OTAN, instando a realizar esfuerzos conjuntos para abordar "nuevos tipos de amenazas". Según el ministro, no se trata solo del espacio aéreo o la seguridad de Lituania, sino del espacio aéreo y la seguridad de toda la OTAN y la Unión Europea.
- El 10 de julio, otro dron ruso, un Gerbera, se estrelló a un kilómetro dentro del territorio lituano tras ingresar desde Bielorrusia.
El ministro Budrys también expresó su preocupación en redes sociales, calificando los incidentes como una "señal alarmante de la expansión de la agresión de Rusia contra Ucrania hacia territorio de la OTAN". Subrayó la necesidad de permanecer vigilantes y priorizar la seguridad del flanco oriental de la Alianza.