El camino hacia el Mundial 2026 está lleno de sorpresas, y una de las más llamativas es la de Surinam. Este país sudamericano, ubicado geográficamente en el norte del continente y limitando con Brasil, Guayana Francesa y Guyana, sueña con hacer historia en las eliminatorias de la CONCACAF. ¿La razón? Una estrategia audaz y un cambio de reglas que le permitieron nutrir su selección con talento europeo.
¿Por qué Surinam juega en CONCACAF?
Surinam, ex colonia neerlandesa, mantiene fuertes lazos culturales con los Países Bajos. Tras su independencia en 1975, y considerando sus limitaciones para competir con las potencias sudamericanas, optó por unirse a la CONCACAF. Esta decisión, que en su momento pareció pragmática, hoy se revela como una jugada maestra.
El cambio que revolucionó el fútbol surinamés
La clave del éxito actual de Surinam reside en la modificación de sus reglas de elegibilidad en 2019. Antes, los jugadores con doble nacionalidad (surinamesa y neerlandesa, por ejemplo) no podían ser convocados. Al eliminar esta restricción, se abrió un abanico de posibilidades. La última convocatoria incluyó a 20 jugadores provenientes de ligas europeas, un claro reflejo del impacto de esta medida.
¿Qué necesita Surinam para clasificar al Mundial 2026?
Con Estados Unidos, México y Canadá ya clasificados como anfitriones, la CONCACAF ofrece tres cupos directos y dos repechajes. Surinam se encuentra en una posición privilegiada para aprovechar esta oportunidad histórica. Su desempeño en la ronda final de las eliminatorias lo sitúa como un serio aspirante a la clasificación.
Talento Neerlandés al Servicio de Surinam
El entrenador de Surinam, con experiencia en el Ajax de Ámsterdam, ha sabido capitalizar la incorporación de jugadores nacidos en los Países Bajos. Esta combinación de experiencia europea y la garra sudamericana ha sido fundamental para el éxito del equipo en las eliminatorias de la CONCACAF.
¿Podrá Surinam dar la sorpresa y clasificar a su primer Mundial? El tiempo dirá, pero su historia es un ejemplo de cómo la estrategia y la adaptación pueden llevar a un país a alcanzar sus sueños deportivos.