El Gran Premio de Qatar nos dejó una grata sorpresa: el impresionante salto de rendimiento de Williams. Si bien Carlos Sainz Jr. anticipaba dificultades para el equipo, un ajuste "experimental" logró meter ambos autos entre los 10 primeros en la clasificación. ¿Qué cambió?
Un año atrás, el desastre... Ahora, la redención
Hace solo 12 meses, Williams era el equipo más lento en Losail. Ambos pilotos quedaron eliminados en la Q1. Este año, la historia fue diferente. Sainz reconoció que las curvas de media y alta velocidad de Qatar suelen exponer las debilidades del FW47. De hecho, antes de las prácticas, el piloto español había expresado la necesidad de "algo mágico en términos de set-up" para mejorar el rendimiento.
¿Qué hizo la diferencia?
Los datos son contundentes: Williams mejoró su tiempo de vuelta en 1.8 segundos en comparación con el año pasado. La mayoría de los equipos también fueron más rápidos, pero la ganancia de Williams superó ampliamente a la de sus competidores. Sainz logró un lugar en la cuarta fila para la carrera sprint, con un tiempo de 1'20.542.
"Fuimos mucho más rápidos de lo esperado este fin de semana, desde el principio en la FP1", comentó Sainz. Este resultado inesperado genera interrogantes sobre el potencial real de Williams y su capacidad para mantener este nivel de rendimiento en futuras carreras. ¿Podrá el equipo seguir sorprendiendo y desafiar las expectativas?
Si bien Sainz reconoció que su vuelta en la clasificación fue el "límite del coche", el séptimo puesto es un buen punto de partida para la carrera. La mejora de Williams en Qatar es un claro ejemplo de cómo un ajuste estratégico puede transformar el rendimiento de un equipo en la Fórmula 1.