El conflicto salarial en Río Negro escala con un nuevo paro docente de 48 horas convocado por UNTER. El gobierno provincial, liderado por Alberto Weretilneck, ha confirmado que descontará los días no trabajados a aquellos docentes que adhieran a la medida de fuerza, intensificando la controversia.
Reclamos Salariales Insatisfechos
La raíz del conflicto reside en el rechazo de UNTER a las últimas propuestas salariales presentadas por el Ministerio de Educación y Derechos Humanos. El gremio considera insuficientes los incrementos ofrecidos, argumentando que no alcanzan para cubrir las necesidades básicas de los trabajadores de la educación en un contexto económico desafiante.
Según datos oficiales, entre abril de 2024 y abril de 2025, el aumento salarial acumulado para un maestro de grado con cargo testigo fue del 68,53%, superando la inflación interanual del 47,3% según el INDEC. Sin embargo, UNTER sostiene que estos números no reflejan la realidad de todos los docentes y que la inflación real es mayor.
Medida de Fuerza y Consecuencias
El paro, que se extiende durante dos días, afecta el normal funcionamiento de las escuelas públicas de la provincia, generando preocupación entre padres y estudiantes. La Ministra de Educación y Derechos Humanos, Patricia Campos, expresó su descontento con la medida, calificándola de “incomprensible” en medio de un proceso de diálogo abierto. Campos señaló el impacto negativo en los estudiantes, quienes perderán días de clase, acceso a alimentos y otros derechos garantizados por la escuela.
Tensión en Aumento y Perspectivas Futuras
La decisión del gobierno de descontar los días de paro ha sido recibida con indignación por parte de UNTER, que considera la medida como una forma de presión y un ataque al derecho de huelga. La situación se agrava aún más con la coincidencia de este paro con otras medidas de fuerza en el ámbito universitario, como las tomas estudiantiles en Rosario en reclamo de mayor presupuesto educativo.
El futuro de la negociación salarial en Río Negro es incierto. Será crucial que ambas partes, gobierno y UNTER, retomen el diálogo en un marco de respeto y buena fe para encontrar una solución que satisfaga las necesidades de los docentes y garantice el derecho a la educación de los estudiantes.