El mundo del folclore argentino está de luto tras el fallecimiento de Luis Federico Córdoba, emblemático líder de Las Voces de Orán. Su voz inconfundible y su profundo compromiso con la música popular salteña marcaron a generaciones y dejaron una huella imborrable en la cultura del norte argentino.
Un legado musical que perdura
Nacido en Orán, Salta, el 17 de julio de 1951, Federico Córdoba dedicó su vida a la música. Sus inicios se remontan a formaciones como Los Salteños y Las Voces del Huayra. En 1969, junto a Martín Zalazar y Roberto Franco, fundó Las Voces de Orán, el grupo que lo consagraría como una figura clave del folclore.
Consagración en Cosquín
En 1972, Las Voces de Orán alcanzaron la cima al ganar el premio mayor en el Festival de Cosquín con su interpretación de "Chaya de los pobres", una obra que se convirtió en un himno del folclore comprometido.
Compositor prolífico
Además de su talento como intérprete, Federico Córdoba fue un prolífico autor y compositor. Entre sus creaciones más recordadas se encuentran "Amar es un verbo triste", "Chacarera para un cantor", "El robadito" y "El verde se llama Orán", canciones que forman parte del cancionero popular argentino.
Despedida y homenaje
La noticia de su fallecimiento ha generado una profunda conmoción en el ámbito folclórico. Desde Salta y en cada rincón del país donde su voz resonó, se despide a un artista entrañable. Su legado musical seguirá vivo en peñas, festivales y en la memoria colectiva de quienes amamos el folclore.
Además, el intendente de Salta, Emiliano Durand, se refirió a una situación no relacionada pero que comparte el nombre "Córdoba", en relación a puestos de comida. Esto demuestra la relevancia del nombre en la provincia, resaltando aún más la pérdida del artista.
Recientemente, Las Voces de Orán habían pedido fuerza para su líder, demostrando el cariño y apoyo incondicional que sentían por Federico Córdoba. Su partida deja un vacío irremplazable en el corazón del folclore argentino.