La industria metalúrgica argentina enfrenta un momento crítico. Acindar, una de las principales empresas del sector, ha paralizado el 85% de su producción en la planta de Villa Constitución, suspendiendo a 500 trabajadores. Esta medida, según Christian Miguez, integrante de la comisión interna de Acindar Villa Constitución y referente de la UOM, refleja la profunda crisis que atraviesa el sector debido a la caída de la demanda interna y el aumento de las importaciones, especialmente desde China.
Paralización y Suspensiones: Un panorama sombrío
La situación se agrava por la paralización de la obra pública y la retracción de la obra privada, impactando directamente en la demanda de materiales. Acindar ya había implementado suspensiones en mayo, afectando a 76 trabajadores del tren de laminado número 2. Ahora, la paralización del tren 1 agudiza aún más la crisis.
Según informes, Acindar operó al 50% de su capacidad instalada durante 2024, produciendo 600.000 toneladas frente a las 1,2 millones de toneladas del año anterior. Esta drástica caída se debe a la contracción de sectores clave como la industria (-12,4%) y la construcción (-19,5%).
El futuro incierto de la industria
Los trabajadores de Acindar expresan su preocupación ante un futuro incierto. Miguez advierte que la situación podría empeorar en el segundo semestre, perforando el “piso” actual. La empresa evalúa extender las suspensiones a sus otras cuatro fábricas en Argentina, lo que anticipa un panorama aún más desalentador para el sector metalúrgico.
Factores Clave de la Crisis
- Caída del consumo interno
- Aumento de las importaciones de acero, especialmente desde China
- Paralización de la obra pública
- Retracción de la obra privada
La situación de Acindar es un reflejo de la crisis generalizada que enfrenta la industria metalúrgica argentina, con un futuro incierto y la amenaza constante de nuevas suspensiones y cierres.