Camerún aguarda con tensión los resultados de las elecciones presidenciales del domingo, donde el actual mandatario, Paul Biya, busca extender sus 43 años en el poder. A sus 92 años, Biya es el jefe de Estado más anciano del mundo y se enfrenta a nueve candidatos en esta contienda electoral.
Si Biya logra la victoria, este sería su octavo mandato consecutivo, extendiendo su presidencia hasta 2032. El ministro del Interior, Paul Atanga Nji, declaró que la votación se desarrolló sin incidentes en todo el país. Sin embargo, en las regiones de habla inglesa del oeste se hizo un llamado al boicot y se reportaron enfrentamientos en el norte.
Se espera que el resultado final se conozca dentro de los 15 días posteriores a la votación. En el período previo a las elecciones, la oposición denunció intentos de suprimir su apoyo. En agosto, el Consejo Constitucional impidió la participación de Maurice Kamto, de 71 años, ampliamente considerado como el principal contendiente.
El domingo, seguidores enojados del principal candidato de la oposición y ex aliado de Biya, Issa Tchiroma Bakary, de 76 años, salieron a las calles en su bastión de Garoua. Se enfrentaron con las fuerzas de seguridad, que dispararon gases lacrimógenos, después de que su residencia fuera acordonada. Tchiroma había denunciado amenazas previas al día de la votación. "No es Tchiroma el problema", declaró a los periodistas, añadiendo que se "pone bajo la protección de Dios y del pueblo camerunés".
A pesar de los informes de incidentes, el ministro del Interior Nji insistió en que las elecciones se celebraron sin mayores contratiempos en las 10 regiones del país. No comentó sobre la situación en Garoua, pero repitió acusaciones anteriores de que algunos candidatos presidenciales planeaban publicar los resultados de las elecciones antes de la declaración oficial.
La incertidumbre política se cierne sobre Camerún mientras la población espera conocer el desenlace de estas elecciones cruciales. ¿Podrá el presidente más anciano del mundo mantener su título?